jueves, 22 de enero de 2015

CANCER NO ES SINONIMO DE MUERTE. Querida familia, seguidores y sufridos lectores. Hoy en mi nombre y en todos lo vuestros, tanto los que abeis vencido al bichito, como los que estéis en fase de hacerlo, quiero , antes de que termine el mes de enero, felicitar el  año y dar las gracias a las siguientes personas, espero que compartáis totalmente lo que voy a escribir. PRIMERO, nuestro agradecimiento a los especialistas que nos diagnosticaron el bichito, sea de la clese que sea.Despues a los cirujanos que nos lo quitaron, asi como a todo e equipo que forman en el quirófano, anestesista, ayudante del cirujano, enfermeras, auxiliares e incluso los celadores que llevan y nos traen a la habitación o a  la Rea. También nuestros agradecimiento a todos los que intervienen en las pruebas y análisis, asi como radiografías, TAC, etc. etc.. A nuestros familiares que nos atienden, nos cuidan y soportan nuestro carácter, que nos cambia, como consecuencia de nuestra enfermedad. También a los amigos que se han y se preocupan de conocer nuestra situación, bien por visitas en la clínica o en casa o a través del teléfono, quien tenga esa suerte. Seguidamente y esto lo hago personalmente y dirigido a todo el peronal de la Residencia Sanitaria, donde se me atendio de maravilla, como consecuencia de mi primer bichito, el MELANOMA. Mis mas sinceras gracias y mi recuerdo con todo mi corazón, para el Doctor cirujano que, gracias a el me salvo que me amputaran la pierna derecha, se trata del doctor ARTURO SORIANO BENITEZ DE LUGO, el cual me hizo la primera intervención, asi como la del Divertículo de esófago y alguna otra mas. También al doctor Oncologico, JAVIER DORTA, una eminencia en oncología, con mas de dos  o tres libro editados.No quisiera olvidarme de nadie, asi que mis mas sinceras gracias a todos los que interviniero  en mi primer proceso  del MELANOMA.Supongo que muchísimos de los que he citado, se encontraran ya jubilados, pero eso no importa para que les llegue mi mas sincero agradecimiento por lo maravillosamente bien que se `portaron conmigo. Muchas gracias también a todos mis compañeros de oficina, que de una manera altruista, donaron su sangre para que me pudieran intervenir asi como todas sus visitas, primero en el hospital y después en mi domicilio. A todos que Dios os bendiga, os llene de salud, os de mucha suerte y felicidad y tener por seguro que, a pear de los años pasados y de la distancia, os llevo en el corazón, por vuetro comportamiento, para conmigo, a pesar de que para vosotros, ya estadísticamente este muerto. Un fuerte abrazo para tmodos.

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